Empezaré por decirte que en realidad al ciclo menstrual deberíamos llamarlo ciclo ovulatorio. Y esto no es un capricho, más bien corresponde a esta máxima real: si no hay ovulación, no hay menstruación.
Poco (por no decir nada) sabemos de la importancia de este proceso, y en tal caso, la información existente está estrictamente centrada (y únicamente relacionada) con la fertilidad y el embarazo. Y desde ‘Ara!Gorputz’ (A!G en adelante) estamos cansadas de esto, por lo que aquí tienes un resumen del monográfico que acabamos de terminar para girar el termino ovulación y relacionarlo con algo más allá de la maternidad, porque la ovulación es muy importante para nuestra salud general (y durante toda nuestra vida) queramos o no ser madres.
EXCLUSIVA: En este artículo encontrarás una tabla para el registro de tu temperatura basal SIN NINGUNA ALUSIÓN a criaturas humanas y SIN UNA PIZCA DE COLOR ROSA 🙂
POSICIONAMIENTO POLÍTICO SOBRE LA OVULACIÓN (o por qué queremos centrarnos en la ovulación más allá de la maternidad)
Estas son las premisas que contemplo (y contemplamos desde A!G) para la realizar este trabajo:
- Tal y como te cuento a continuación, y como te he dicho en la intro, ovular es una forma de medir nuestra salud general, y por esto queremos ponerla encima de la mesa sin que implique hablar de fertilidad y/o embarazo.
- Ovular no te hace mujer y siendo mujer no tienes porque ovular.
- Según algunos arquetipos ‘clásicos’ construidos en torno al ciclo menstrual, la fase ovulatoria es explicada como ‘la madre’, ‘ la creadora’, ‘ la dadora’. Nosotras ponemos en duda estos arquetipos porque no nos identificamos con ellos y porque consideramos que atienden a un claro sesgo de género relacionado únicamente con la reproducción. Estamos buscando (y encontrando) otros que no tengan relación (exclusiva) con esto.
- Vivimos en un sistema hiperestrogenizado (que da valor a los estrógenos, a la acción, a la superación) y que por tanto menosprecia de forma transversal la progesterona (la hormona que calma, que nos lleva a la introspección). Sabemos con esto hace que nuestros ciclos estén alterados y que nuestras ovulaciones no estén atendidas como merecen.
- El sistema capitalista no ayuda a ovular: Disruptores endocrinos, ritmos desenfrenados, falta de cultura y perspectiva cíclica… Queremos visibilizar esto y continuar compartiendo recursos que nos lleven de vuelta a nuestros cuerpos y a nuestras danzas hormonales propias.
- Si has llegado aquí en busca de información sobre fertilidad, este artículo puede interesarte igualmente, ya que es importante recordar que a muchas nos recetan pastillas anticonceptivas para ‘resolver’ (o más bien invisibilizar/medicalizar) algunos síntomas relacionados con el ciclo menstrual, y que al dejarlas, es bien saber que el cuerpo vivirá un tiempo para ‘recuperar’ su ritmo propio de ovulación.
¿QUE OCURRE EN MI CUERPO ‘FÍSICO’?
Como te cuento en el articulo ‘Perspectiva cíclica y ciclo menstrual‘, nuestro ciclo esta divido en dos grandes fases, la folicular y la lútea. Y es justamente la ovulación la que divide estas dos. Entramos en la fase lútea en el momento en el que ocurre la ovulación y se llama así porque cuando el ovulo sale del ovario se genera un cuerpo lúteo (o cuerpo amarillo) que será el encargado de generar progesterona.
En una situación ideal, la hormona protagonista de esta fase será la progesterona, aunque si no hay ovulación, nuestro cuerpo no genera esta hormona y es probable que suframos malestares en la segunda mitad de la fase lútea o lo que conocemos como la fase premenstrual (Premen para las amigas).
EL MOMENTAZO EN EL QUE OVULAS
Para que un ovulo se desarrolle se necesitan alrededor de 100 días. Una vez que ha madurado sale del ovario para realizar el viaje por las trompas uterinas, que gracias al flujo clara de huevo (conocido como moco fértil y que hará de conservante para la posible fecundación del mismo) se dice que en total dura alrededor de 5 días. Aunque en realidad, desde que el ovulo sale del ovario y llega al útero pasan entre 24 y 48 horas.
La ovulación normalmente ocurre entre 11 y 14 antes de la llegada de tu Menstru. Desde el momento en el que ocurre la ovulación hasta que llega el sangrado siempre hay el mismo número de días, es decir, la fase lútea siempre tiene la misma duración siendo la folicular la que puede resultar cambiante si tus ciclos no tienen siempre en mismo número de días. Esta información puede darte pistas muy importantes para realizar el agendado cíclico.
En esta tabla encuentras los valores aproximados de cuando ovularás según la duración de tu ciclo completo:
-
Si tu ciclo dura de media…
…ovularas entre estos días.
20 días
6 – 9
21 días
7 – 10
22 días
8 – 11
23 días
9 – 12
24 días
10-13
25 días
11 – 14
26 días
12 – 15
27 días
13 – 16
28 días
14 – 17
29 días
15 – 18
30 días
16 – 19
31 días
18 – 20
32 días
19 – 21
Y YO… ¿CÓMO SE SI OVULO?
Hay diversas formas de saber si ovulamos (o no), también de identificar la fase y el instante en el que acontece dicho evento. Hay que recordar, que dado el contexto en el que nos habitamos (sistema hiperestrogénico que te comentaba arriba), somos muchas las que tenemos ovulaciones de poca calidad o incluso ciclos anovulatorios (en los que no se produce ovulación).
He aquí algunas formas para detectar los cambios que ocurren en nuestro cuerpo y saber con esto si ovulamos y cuando lo hacemos:
OBSERVACIÓN de FLUJO CERVICAL:
Es habitual que tengamos más «suculencias cervicales» (¿acaso no lo son?) en esta fase, así como la sensación de ‘estar húmedas’. El flujo en la fase ovulatoria suele ser bastante transparente y elástico, puede compararse con la clara del huevo. Esta comprobación podemos realizarla al ir al baño observando el papel o introduciendo uno o dos dedos en la vagina. Además de observarlo con la vista, es recomendable olerlo, tocarlo…
Después de ovular este flujo ira modificándose, siendo más blanco y en general habiendo menos cantidad. Si no es así, puede ser que la cantidad de estrogenos en nuestro cuerpo sea superior a la deseable.
REGISTRO de la TEMPERATURA BASAL:
El material que necesitaremos para hacer el registro de la temperatura basal es el siguiente: Termómetro digital con dos decimales, bolígrafo, alarma y el gráfico que puedes descargar aquí abajo.
Pulsando sobre la imagen accedes a la tabla para marcar la temperatura basal durante el ciclo.
Este es el procedimiento para el registro: Después de menstruar o alrededor del día 3 del ciclo, nada más abrir un ojo por la mañana, casi sin moverte y en la cama, estiras el brazo, coges el termómetro y te lo pones en la boca o en la vagina (siempre en el mismo sitio), así tendrás la temperatura que tiene tu cuerpo en reposo. Después, anotas esta en el gráfico de arriba y así es como iras viendo los cambios durante el ciclo.
[box type=»bio»] La temperatura es muy sensible a los cambios, por lo que si te metiste especialmente tarde en la cama, has tenido pesadillas, bebiste alcohol, cenaste en exceso la noche anterior o te has levantado a hacer pis durante la noche, anótalo. Estos detalles te harán ver las «circunstancias especiales». Quizá esos días tengas picos «especiales» que si quedan anotados podrás saber las razones y no considerar estas mediciones en la vista general.[/box]
En el momento en que pasemos de la fase folicular a la fase lútea, nuestra temperatura subirá entre 20 y 50 décimas y se mantendrá ahí hasta que vaya terminando el ciclo. Esta subida ocurrirá entre 24 y 48 horas, que es cuando ocurre la ovulación.
Así (más o menos) es como sería la gráfica de la temperatura basal:
TIRAS (O TEST) DE OVULACIÓN:
Estas tiras o test de ovulación (que puedes adquirir fácilmente por internet) pueden servirte de confirmación si estás haciendo el registro de la temperatura, aunque puedas usarlas también de forma exclusiva. Si el resultado sale positivo, significa que la ovulación ocurrirá en las próximas 24-48 horas. Es recomendable no beber nada 3-4 horas antes de realizarlo, y puedes ir pegando las pruebas en la gráfica para ver las diferentes intensidades en las marcas.
[box type=»shadow»] Es recomendable utilizar los 3 métodos que te he contado aquí arriba al mismo tiempo para llegar a saber si ovulas y cuando lo haces.
Ubicar de forma física este proceso en nuestros cuerpos (por medio de las formas que te detallo arriba), nos ha aportado una nueva dimensión para la resignificación de esta fase.
Y recuerda que como todo, esto también es un proceso en el que necesitaras más de un ciclo para llegar a conclusiones. Así que, tente paciencia, Compa!. [/box]
¡El monográfico sigue! Pero si sigo, va ser el artículo más largo de la historia. Por lo que más adelante os compartiré sobre porque nuestras ovulaciones andan flojitas (en general) y que podemos hacer para fortalecernos/las.
Hasta entonces, ¡a registrar! Y si quieres, cuéntanos por aquí abajo que sabes sobre tu ovulación. Te necesitamos para cambiar el cuento 🙂
*Este artículo es el resumen del monográfico para el plan de autoformación (autogestionado) creado por ‘Ara!Gorputz’ (Ione F. Zabaleta & yo). Si te interesa que trabajemos todo esto (y mucho más) juntas, escríbenos e hilamos un taller. Lo haces desde AQUÍ.
**La tabla de la temperatura original es una aportación de M. (Sin Compas cómplices, yo no haría esto. Me siento muy agradecida de tenerlas).
***La ilustración es mía, pintada con sangre menstrual. Encuentras más dibujos-experimento, en LA GALERÍA de esta web.
Muchas gracias!! Es curioso que al óvulo se le llame en las lenguas romances «huevito», en diminutivo, mientras que al esperma se le llama «semilla», así sin -ita, pese a que los gametos atribuidos a varón son mucho más reducidos… ay, este patriarcado…
Siempre con los diminutivos, si… que pereza y que patriarcadas :/ Es bien re-apropiarnos de los nombres como son, en este caso Óvulo, con mayúsculas.
Gracias por tus palabras Compa presiosa mía <3 🙂