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Me encantaría poder abrir esta nueva temporada llena de ese entusiasmo genuino que, a veces, me inunda. Recordarme el olor a nuevo del que te hablaba el año pasado por estas fechas. Contarte que todo está encaminándose, que a lo lejos soy capaz de ver esa Vida que merece la alegría ser vivida para todas…
No es así. No siempre. No para todas. La ilusión, las ganas y la energía parece que se quedaron confinadas en algún lugar lejano, y después de un verano intervalles (así es como he nombrado a la decisión de no viajar más allá de las comarcas colindantes de donde habito), me pregunto cómo “recuperar” la soberanía creativa(1). Dónde está, dónde quedo la mía, y por qué me está costando tanto teclear (de forma relativamente coherente y ordenada) los millones de pensamientos, que como estrellas, alumbran (o nublan) esta cabecita agosteña.
(Re)comenzar cansada y hacerme compost
Algo ha muerto dentro de mí, y aunque asumo (racionalmente) que “las cosas” han de morir para renacer, me está costando ver siquiera un esbozo de esta que soy ahora. Me cansé. Mucho. E incluso con “vacaciones” de por medio, sigo ciertamente apática. Sin demasiada energía creativa. Seca. Como una pasa. Es tanta la incertidumbre, son tantos los misterios presentes, que a ratos, me pierdo en ellos. Esto, me preocupa. Podría decir (sin ser del todo cierto) que es porque me faltan ideas para escribir, pero si soy honesta es por la pegajosa sensación que me envuelve el alma, de que a estas alturas de la partida, está todo dicho aunque falte tanto por hacer.
No creo que sea de extrañar que este cansancio me haga sentir abrumada. No creo que sea raro sentir que la ilusión y las ganas de que el sistema cambie (radicalmente, de raíz) hayan quedado sepultadas bajo las hordas de información contradictoria que estamos recibiendo. Incluso aunque como yo, hace años que pases de los telediarios hegemónicos, las redes sociales virtuales y las conversaciones con conocidas o las de las personas que pasean cerca (a 2 metros mínimo), hacen que estés al día de lo que ocurre.
Pienso en compostar este cansancio. Pero ¿cómo? ¿Cómo me doy una pausa cuando todo va tan tremendamente rápido? ¡Has de estar en la ola, bonita! Seguramente, la principal contradicción que acuerpo mientras intento llevar mi propio ritmo, tiene que ver con que este proyecto pretende ser un proyecto-inspiración, lleno de buen rollo, de power colectivo, de vulvas y menstruaciones rebeldes y combativas, y claro, pienso que si mis textos hablan de cansancio y muerte (por simbólica que sea) no encajaré en este sistema de caras sonrientes y paisajes bucólicos que “se nutre” vía Instagram. Con esto decido dar un paso atrás. Sino estoy en la cresta, está bien también. Respetarme y «huir» hacia adentro, es lo mejor que puedo hacer.
Hartura (neo)capitalista
El caso es que me siento hartita. Harta de fotos-fantasía vacías, de noticias y bulos que viajan a la velocidad de la luz imposibles de discernir, de cursos sobre (supuesta) cultura menstrual que valen un ovario. Harta de seguir viendo al capitalismo instalarse tan campante en toda novedad que asoma o que hacemos asomar. Harta de que sigan los desahucios mientras lxs okupas son el supuesto mal de todo, de que la burbuja del alquiler sea ya un globo eólico multicolor, de seguir viendo anuncios que perpetúen la violencia de forma (casi) camuflada. Harta de tiempos lineales que nos machacan, de juegos (millonarios) sucios, de reyes que se piran, de ver como nos expolian la Vida con cada nueva “excusa”.
No quiero hablar demasiado del virus. Pero si diré que durante estos meses me he radicalizando y aún no se bien como expresarme asegurando no herirme, ni herirte. Tengo un jaleo grande sobre lo que creo (y lo que no), tengo un cacao interesante que oscila cual reloj de pared entre que esto es el (pen)último gran giro del neoliberalismo, en el que los Cuerpos son definitiva e indudablemente contagiosos y peligrosos (incluidas las expresiones y emociones que son borradas tras las mascarillas obligatorias) y el peligro real y material de un virus incontrolable que es hijo de la globalización más caníbal con el que corremos (autentico) peligro. Lo que tengo claro es que la precarización de la vida sigue su curso. Más rápidamente aún. Ante todo esto yo quiero y deseo crear resistencia-tierna en donde poder habitar calentita. Este es el objetivo que persigo y que, a veces incluso, consigo en medio de todo este caos.
En algún lugar, queda algo de esperanza…
Cuando la ira y la desesperanza se me encasquillan, tiendo a re-enfadarme porque la culpa se me viene encima. ¿Acaso no son todos estos problemas de este primer mundo que tienes el privilegio de habitar, Enara? ¿No eres pues, una pedazo de privilegiada? Si, lo soy y soy consciente. Sin embargo no me gusto nada cuando me pongo condescendiente conmigo misma. No me gusta aplacar mis emociones más oscuras regocijada en lo que tengo. Quiero aprender a escucharlas, y aquí contigo, pues ando practicando a ponerlas en orden.
Pero bueno, el caso es que sí, te confirmo (mientras miro hacia adentro) que algo de esperanza y de rebelde alegría queda. Y además apuesto porque en cuanto arranque, será contagiosa y expansiva. En realidad, este 2020-2021 pinta de fenómenos. De momentos tengo ya un par de Menstru-Encuentros programados (uno virtual y otro presencial con combo en Economía Feminista) y estaré junto a mi Compa Ione (Asociación Ara!Gorputz) facilitando la Escuelita de Economía Feminista de Oarsoaldea (en Oiartzun, Gipuzkoa, Euskal Herria). Pretendo seguir escribiendo (esto siempre) y publicando por aquí (1 o 2 veces al mes). También quiero seguir con los podcast, esos audio-artículos en lo que me pongo Voz, seguiré pintando con sangre, claro está …. Y…. (¡Ay, que nervios!)
Tengo una sorpresota que te contaré en octubre. Prometo no hacerte esperar más…. Prometo que octubre será el mes, y espero que la espera, igual que a mi, merezca tu alegría.
Y tú, ¿cómo estás?
Vendrán artículos más optimistas, estoy segura. Tenemos una nueva temporada por delante con la que seguir ensayando esto de la Cultura Menstrual en Resistencia, y si decides venirte conmigo, con nosotras, a seguir creándola juntas desde la perspectiva de las economías críticas, ¡pues mucho mejor!
Me encantaría saber cómo te encuentras. Cómo ha sido tu verano-raro. Me encantaría saber cuáles son las ideas que bailan en tu cabeza, saber cómo te apañas para que esta incertidumbre no te robe la energía y cómo haces para ordenarte. Decesitamos estrategias para generar lugares y narrativas calentitas, que nos acojan, que nos hagan saber que estamos juntas. Yo como ves, procuro escribir e incluso, aunque ciertamente cuando lo termino me parezca “un barullo de mis movidas”, decido darle a publicar. ¿Te animas y te publicas un comentario?
(1) Este concepto lo acuña Paloma Todd en sus textos y audios para hacer alusión a ese poder creador que todas tenemos. Bajo esta luna nueva en Leo de este 19 de agosto (día en el que comienzo a escribir este texto), me inspiro leyendo sus palabras mientras me cuestiono cómo es el lenguaje de nuestro juego. Cómo se nombran los tiempos propios, las ideas que buscan y quieren construir narrativas que nos contengan… Termino de escribir el texto el día 4 de septiembre, recién pasada la luna llena.
*La imagen del post, titulada «Rojo sobre negro», está pintada (por mi) con sangre menstrual. Puedes ver más dibujos-experimento en La Galería.
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Aiii Enara… No sabes lo que me resuenan tus palabras. Llevo meses sintiendo esa confusión de la que hablas, y esa apatía… Supongo que es lo que toca. Mirar para adentro y bucear a través de nuestras entrañas.
Y qué acertado : la precarización de la vida… Siento cierto optimismo lejano, pero hoy, me produce una gran tristeza.
Muxu maiti💜
Eskerrik asko por tu comentario, Jaio 🙂 Me alegro de que te resuenen, y a ver si así, entre todas, vamos encontrando las maneras de decirnos entre tanto ruido.
Puedo sentir también ese optimismo lejano que comentas, agarrémonos fuerte ahí mientras dejamos que las emociones sean.
Besarkada goxo bat, matte 💜
Qué alegría volver a leer tus palabras!!
Yo quiero arrojar un poco de alegría e ilusión: mi propuesta de resistencia-tierna es seguir viviendo como hacíamos antes de estos meses. Sí, con planes, objetivos, talleres y demás; usar lo que dicen que tenemos que usar lo mínimo imprescindible. Y abrazarnos mucho y besarnos mucho!!!! Eso lo cura todo!!!
Con todo esto quieren cansarnos y desviarnos de nuestros objetivos. Pues no lo van a conseguir porque seguiremos como siempre.
Muxu giganteeee!!!
Senda, amore! Alegría también leerte 😀
Recojo tu arroje de «luz» y lo recibo. Creo que tienes razón en cuanto a procurar continuar… aunque el cansancio está presente. En mi opinión-vivencia, acogerlo y darle un lugar es importante para no hacerme (más) daño. Pero sí, seguir, seguimos!
Te mando un abrazo de esos que to’lo’ curan 💜
Enara! Que bueno ha sido leerte y poder conectar con la intensidad de lo que estas(estamos) viviendo.
Para mí son tiempos frágiles que me están obligando (en otra época hubiese dicho ayudando) a descubrir y sacr mis fortalezas. La naturaleza en su máximo esplendor me está ayudando mucho en esto, y mi cuerpo escucharlo y habitarlo me está siendo imprescindible. Siendo realistas esto tiene pinta de que no va a parar, pero siento que llevamos tiempo preparándonos para esto. Creíamos que luchábamos contra el pasado, la herencia del patriarcado hegemónico (o como queramos llamarlo), pero ahora más que nunca siento que el futuro se presenta más feroz todavía, y ante esto solo se me ocurre, resistir, sentir, luchar, ser en el presente… es lo único que me permite coger oxígeno (incluso con mascarilla)
Así que así me encuentro en mi propia batalla interna, con Saturno conjunto a Marte. Separando cada vez que puedo lo urgente de lo importante.
Creo que en estos momentos estamos pasando de verle las orejas al lobo o verle cara a cara con las fauces abiertas, es difícil sostener esto, pero por lo menos sabemos cuál es enemigo.
Uff! No pensaba escribir tanto! Pero bueno leyendo tus palabras han surgido estas otras. Ahora me faltaría el abrazo y los achuchones, que son los que me están salvando la vida, por cierto.
Esti, maitia! Que alegría tu comentario, que genial saber cómo estas y también que nos compartas tus claves para resistir (tiernamente). Eskerrik asko 💜
Estoy totalmente de acuerdo con esto que dices de que ahora ya no solo le vemos las orejas, sino que le vemos todo el jeto al lobo-patriarcocapitalista… Me preocupa que, aunque tengamos claro a nivel teórico cual es el enemigo, en esta época tan confusa, a nivel cuerpo-vivencia, asoman dudas y se están creando «enemigxs de a pie».
Sigamos construyendo puentes y relatos que nos digan, sigamos sacando nuestras fortalezas y sí, sigamos abrazándonos todo lo que podamos. Abrazoooote sentido, querida!
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